¿Objetivos incumplidos?


El 17 de junio de 2010, la Educación se colocó como una de las cinco prioridades de la Unión Europea (UE). Se planteó como una garantía para la correcta salida de la tremenda crisis económica en la que nos vimos involucrados. Así, se plantearon 2 objetivos claros, para cumplimentarse en el período 2011-2020 dentro de la estrategia Europa 2020:


  • Reducir el índice de abandono escolar hasta porcentajes inferiores del 10%.

  • Conseguir que al menos el 40% de la población entre 30 y 34 años tuviera estudios de enseñanza superior.

Estas dos metas se adaptaron según cada país miembro, y en concreto España planteó 12 objetivos específicos que, en conjunto, lograsen obtener esos resultados (aunque España redefinió el índice de abandono escolar a alcanzar y lo puso en un 15%). Los objetivos planteados por España, aprobados en consejo de ministros, son tales como la mejora del rendimiento del alumno, modernización del sistema educativo, formación del profesorado... etcétera.

Ahora bien, ya que estamos en 2020, es hora de valorar, ¿se han cumplido las metas propuestas? 

De acuerdo con la INE y Eurostat, la tasa de abandono escolar en la UE (media de 28 países) fue del 10.3% en 2019, cifra muy cercana al 10% inicialmente planteado. Sin embargo, cuando miramos a España los datos reflejan que el 17% de los alumnos abandona el sistema educativo de una forma prematura, valor que está muy lejos del objetivo europeo (e incluso del que se propuso España en un primer momento).

Atendiendo al otro parámetro que se planteó alcanzar (>40% de la población de entre 30 y 34 con estudios superiores), no he encontrado datos actualizados, y sobre todo, relativos a ese corto intervalo de edad. No obstante, sabiendo cómo es la pirámide de población europea, el porcentaje de población de 30-34 es muy pequeño (6.4%), y según los datos del MECD y Eurostat, el porcentaje de personas con estudios superiores fue del 39.7 y del 33.2%, en España y Europa, respectivamente. Con esos datos, y asumiendo que la población mayor de 55 años tendrá unas tasas de educación secundaria bajas, podemos aproximar que la población entre 30-34 sí supera ese 40%, por lo menos en España con más seguridad que en Europa.

Como vemos, se ha cumplido uno de los objetivos principales planteados, pero si nos paramos a reflexionar, no es ni de lejos el más importante. Está claro que una sociedad mejor formada tendrá más herramientas para enfrentarse al mundo, y podrá ser menos manipulable, lo que se traduce en una democracia más próspera. 

Sin embargo, en nuestro sistema es muy preocupante esa elevada tasa de abandono escolar, pues prácticamente 2 de cada 10 niños hoy en día no van a terminar sus estudios de secundaria básicos, se salen del sistema (o éste los expulsa). Si bien es cierto que ese porcentaje se ha reducido en la última década, no deja de ser alarmante. Es como si alguien lleva perdiendo 400 euros al mes durante décadas, y pasa a perder 200, es una mejora, pero evidentemente no es suficiente. Es necesaria una evaluación de por qué los objetivos no se han cumplido, ya que jugábamos con ventaja: la crisis económica alentó a los jóvenes a continuar con sus estudios, porque la alternativa era la nada. Ni si quiera en circunstancias "favorables" se han conseguido resultados similares a Europa.

Una de las razones por las que hay alumnos que decidan acabar sus estudios puede ser lo rígido que es nuestro sistema, pues se centra en evaluar aptitudes muy concretas, dejando a otras de lado. Así, los estudiantes que no son capaces de adaptarse a esta nueva situación, y sobre todo, los que no se encuentran en una situación socio-económica favorable, son los que más papeletas tienen de dejar su trayectoria académica. 

Por tanto, en mi opinión, desde el Estado deberían de darse más ayudas para las personas en este tipo de situaciones desfavorables, que se pueden ver abocadas a un peor futuro, puesto que todo es una rueda:



Y pongo en un color más intenso el paso de Mejor situación socio-económica a Educación, porque numerosos estudios confirman que aquellos que nacen en una familia con renta alta, tienen muchas más posibilidades de acabar teniendo un salario alto que aquellos que parten de una situación económica peor (datos del Proyecto Atlas, este artículo de El País es muy interesante a ese respecto El mapa de la renta de padres e hijos: cómo la riqueza de su familia influye en su futuro).


En mi opinión, sólo dotando de más recursos a los centros educativos, con los cuales se pueda dar una educación más personalizada a cada alumno, junto con una política en la que se logre atenuar al máximo posible las desigualdades existentes, se reducirá ese índice de abandono escolar. Soy consciente de que es un pensamiento demasiado utópico e idealista, pero si no se parte de este convencimiento, es muy difícil que luego se cumplan los objetivos de mínimos propuestos.





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