Los ricos ya no viven tan bien como antes. Tienen que pagar muchos impuestos, hacerse cargo de las propiedades que tienen, y, por si fuera poco, alguno ni si quiera encuentra una chacha que vaya a limpiarles la casa o atender a los niños. Además de todos estos gravísimos problemas, se une su preocupación por la educación de sus hijos. Algunos incluso ven aterrador mandarles a la escuela, debido a que consideran que la gran tasa de abandono escolar existente será perjudicial para sus hijos. La estadística es clara al respecto: podrían estar a un pupitre de distancia de gente que va dejar la escuela (es decir, gente tonta o pobre).
El Homeschooling ("escuela en casa") es un oxímoron en sí mismo. Por definición, la Escuela es un lugar al que acuden varias personas, y donde profesionales transmiten a los alumnos una serie de valores y conocimientos. No obstante, es en sus premisas donde está latente un pensamiento mucho más peligroso. Porque no nos engañemos, quien puede elegir educar a sus hijos en casa sin ayuda de nadie es un número ridículo de personas. A diferencia de los niños del Homeschooling en Simancas [1], la mayoría de la población no tiene una casa de veinte habitaciones, un piano de cola, violines, una sala de manualidades y varias de trabajo. Tampoco los padres normales pueden permitirse el lujo de quedarse uno de ellos sin llevar un sueldo a casa, y de hacerlo, el cónyuge que renunciará a su trabajo en la mayoría de casos será la madre [2]. Así, este movimiento en apariencia liberal e innovador, se torna reaccionario, pues sólo sería aplicable a un número muy reducido de alumnos, y perpetúa desigualdades.
A favor usan muchos argumentos: menor coste total en el proceso educativo, no hay que desplazarse largas distancias hasta el colegio, cada alumno puede estudiar a su ritmo... pero el que prima por encima de todos es lo que alegan como "libertad de los padres a elegir donde estudia su hijo".
Yendo uno por uno, aunque es cierto que el sistema educativo actual no es bueno para todos los alumnos, pues les exige los mismos conocimientos mínimos a todos y hay niños que necesitan otro ritmo de aprendizaje, la solución no pasa por estas escuelas hogareñas que recuerda a lo que había hace 100 o 200 años: la nada más absoluta. Gracias al sistema educativo actual tenemos la mayor tasa de gente alfabetizada de la historia, si volvemos a estudiar cada uno según lo que nos cuentan nuestros padres echaremos a perder todo el dinero y el esfuerzo que generaciones anteriores han gastado en formarnos. Pero el argumento más recalcitrante es el de "la libertad". Es muy falaz, porque la elección del Homeschooling no depende de si los padres quieran o no: depende del dinero que tengan en el banco. Por poner un ejemplo local, unos padres de Pajarillos o Las Delicias, pese a que fuera recomendable que su hijo recibiera una educación especial y distinta para dar todo su potencial, nunca se plantearán esta práctica, pues tienen problemas mucho más graves: vivir en un piso de reducido tamaño, en una zona conflictiva, muy probablemente con un trabajo precario... etcétera.
El Homeschooling también hace aguas cuando intenta pedir la homologación de títulos (Primaria, ES y Bachillerato). Ésto es, que el Estado permita a cada familia expedir el título correspondiente a sus hijos, en sus propios términos. Sin entrar en debates morales o éticos, lo curioso es que en esta propuesta nunca se incluyen los estudios universitarios, ¿por qué parar en bachillerato? Si yo digo que he estudiado medicina durante 6 años, que el Estado me reconozca como tal y pueda ejercer de médico, ¿no?
Para ir acabando, el Homeschooling no es peligroso per se, no tengo muchas dudas que los niños que reciban esa educación tendrán -por lo menos- los conocimientos mínimos que cualquier estudiante medio del sistema, ya que los padres que eligen estas opciones de enseñanza en su mayoría tienen estudios superiores (que, fíjate tú, han obtenido gracias al "sistema" del que tanto se quieren alejar). Pero no hay que olvidar que los niños educados de esta forma serán más propensos a tener problemas de socialización en el futuro, ya que no han interactuado con otros niños de forma continua, lo que puede perjudicar a su correcto desarrollo cognitivo y emocional. Además, el problema de fondo está en que este tipo de Educación es elitista, pues únicamente los niños de una clase social muy determinada son los que van a verse "beneficiados", el resto no tendrá otra que ir al sistema.
Sea como fuere, no hay que darle facilidades a las familias de clase alta para que sus niños tengan una educación más exquisita que el resto, pues iría en contra de uno de los principios de la escuela: la equidad, lo que pone en desventaja al resto de niños que ni saben de la existencia de esta "enseñanza en casa". Como sociedad, lo que debemos hacer no es perder el tiempo en estos debates estériles. Lo que hay que pedir es más inversión en educación para que, ya sea en los mismos centros o en centros especiales, niños con un ritmo de aprendizaje diferente que necesiten de otras metodologías no sean tratados como rarezas dentro del sistema. El Estado debería garantizar que esos niños no salgan damnificados, sino crear un sistema que sea más flexible y se amolde mejor a las necesidades de cada uno.
Lo que no debemos permitir es conceder un privilegio más a los ricos, en un acto de clasismo absoluto donde los padres puedan decidir si su hijo (que nunca formará parte de esa tasa de abandono escolar que tanto les preocupa) se junta con la plebe o no. En definitiva, el Homeschooling es un problema de ricos, de gente profundamente egoísta que sólo vela por sus propios intereses para prosperar como individuo. No son conscientes de que viven en una sociedad, donde los conocimientos no son lo único que hay que primar, y que otras habilidades sociales y estar en contacto con gente diversa es también muy enriquecedor. Esta gente sólo quiere que sus hijos sean los mejores, y para ello piden tratos de favor, con los que una familia humilde no podrá ni soñar. Y eso no se debe permitir.
Referencias
[1] Mi casa, mi escuela. El Norte de Castilla.
[2] Carlos Cabo González. El homeschooling en España: Descripción y Análisis del fenómeno.
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